Por Gustavo Carrión Zavala
Integro un grupo de
ciudadanos preocupados por la creciente
marea criminal y la inseguridad ciudadana
Nuestro grupo quiere
promover un debate que dé luces para resolver el principal problema de la
población. Por ello en nuestro primer pronuciamiento, se plantearon algunas
cuestiones básicas a ser , por lo menos, abordadas por el presidente Humala en
su mensaje al Congreso de la República y a todo el país, con ocasión del
aniversario patrio.
En los austeros seis
minutos que dedicó a la seguridad ciudadana anunció, entre otros aspectos, que
al culminar el ano, el efectivo de la Policía Nacional se incrementaría en treinta mil policías nuevos, egresados de
las veintisiete escuelas de suboficiales desplegadas a lo largo del territorio
nacional. Al margen de lo confuso del anuncio, de si se trataba de treinta mil
policías más o se refería a policías nuevos, o si la cantidad anunciada se compadece
con la realidad, expreso preocupación porque pareciera que la referencia está
hecha en relación a metas cuantitativas
de policías, relevando a posiciones subordinadas por no haber sido mencionado,
la calidad de estos nuevos policías.
Diera la impresión
que se tratara de una “fabrica” de suboficiales a ritmo acelerado en las
escuelas con fines únicamente de satisfacer o cumplir una promesa inicial, de
lo que no estamos seguros es si los treinta mil nuevos policías (de ser el
número real), habrán logrado a través de su formación policial modificar la
conducta de ingreso y alcanzado el perfil diseñado para ejercer función
policial como suboficial de tercera.
Nuestras dudas y
preocupaciones, se refieren básicamente a la incapacidad de la Policía para sostener
uniformemente una formación de calidad en la diáspora de escuelas instaladas en
las diferentes regiones del país y que la delicada formación que requiere el
agente policial que se encargará de mantener la indemnidad de las personas en
su vida, bienes y ejercicio de libertades y derechos, difícilmente se logrará a
pasos forzados y con infraestructuras educativas sumamente débiles.
El pensum que
corresponde a la formación de suboficiales, en la mayoría de escuelas, es
desarrollado por los oficiales que laboran en la jurisdicción donde se ubica la
escuela, ergo, en la mayoría de casos se trata de policías que no
necesariamente están habilitados para el ejercicio docente y que compensan su
falta de capacidad para formar nuevos policías, con la incidencia en formación
militar, propia para el entrenamiento de soldados, pero no para policías que
deben actuar en cumplimiento de una función de naturaleza civil y al servicio
del ciudadano.
Son comunes las
ausencias de los instructores designados en
las aulas, al tener que privilegiar el cumplimiento de la función
policial a la cual están asignados, optando por delegar en policías bajo su
mando para que los reemplacen, leyendo los reglamentos a los alumnos, sin mayor
dimensión crítica de la enseñanza.
La trascendencia de
esta formación improvisada, es que artificiosamente se hace creer a la
ciudadanía que la mayor presencia de policías logrará reducir la incidencia
criminal y devolverá niveles apropiados de seguridad. Ello obviamente no viene
sucediendo, y si el presente año se completarán los anunciados treinta mil, obviamente han venido egresando desde el
2011 y que estamos en el tramo final, por tanto deben haber en servicio más de
la mitad de la cantidad anunciada, sin
que esta mayor presencia de policías haya logrado revertir la inseguridad que
se ha convertido en el principal problema reconocido por la población.
La formación de
nuevos policías debe acreditarse y comprobar si alcanzaron el perfil, antes de
salir a ejercer una función tan delicada como la que le toca cumplir a la
policía y los que ya están en el servicio, comprobar a través de las entidades
educativas de la sociedad civil (universidades), si están realmente calificados
para seguir cumpliendo la función o requieren de una complementación formativa.
Como un acercamiento
a lo que se viene sosteniendo, y basados en estadísticas oficiales, en el caso
de una escuela en el norte del país, de la cual han egresado desde el 2011 a la
fecha más de trescientos nuevos policías, en el mismo período la violencia se
ha duplicado año a año , especialmente en los asesinatos por sicariato, robo
agravado y asaltos a personas. Consultados algunos de los nuevos policías sobre
su formación, acusan serias deficiencias y confiesan que en todo su período de
formación no han disparado más de cinco cartuchos en el mejor de los casos.
Es a estos
suboficiales a los que se asignan y/o venden armas de fuego para cumplir su
función, sin estar habilitados técnicamente en el manejo de armas ni en la
determinación del momento y condiciones de su empleo, habiéndose producido
graves incidentes por impericia en el uso de armas.
No se debe perder de
perspectiva, que estas coyunturales medidas de incremento apresurado de número
de policías, están provocando que estos mal formados policías, no sólo se
conviertan en un riesgo de seguridad, ellos permanecerán en la institución
treinta años, por tanto lo coyuntural se va convirtiendo en estructural.
La reorganización o
refundación de la policía debe entrar a cuestionar el actual agotado modelo de
policía militarizada, para dar paso a una institución que responda a las
características ciudadanas de la función que le toca cumplir a la policía,
entendiendo finalmente que es la policía una institución que promueve la
convivencia pacífica y sin puntos comunes con la tarea que corresponde a las
fuerzas armadas, que no es otra que la de mantener incólume el territorio
nacional, frente a intereses y fuerzas externas.
Publicado en el blog Espacio Compartido el 4 de agosto del 2014.
Me parece importantisimo que un grupo de especialistas, tengan voluntad de aportar con lineamientos y estrategias a resolver este problema que tanto nos aqueja a todos los peruanos y que cada dia vemos que la inseguridad avanza ante la indiferencia de nuestros gobernantes, ¿que estan esperando para aceptar que ellos no tienen ningún plan serio para contrarrestar esta ola delincuencial que cada vez va en aumento, o es solo mesquindad politica?, por favor señores el poder no es para siempre hagan algo y acepten dialogar y dar oporunidad a peruanos que tengan ganas de hacer las cosas bien.
ResponderBorrar